Biología 11° - semana 8


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NOTA: La siguiente guía debe ser RESUELTA en el cuaderno del estudiante, por tanto, debe ir tal y como se encuentra organizado, es decir con la fecha, semana y tema.  
Marzo 25 de 2020
Semana 8
Área: Ciencias naturales - Biología
Grado: 11°
Competencia: Indagación.
Componente: Ciencia tecnología y sociedad
Evidencia de aprendizaje: Argumenta con base en evidencias sobre los efectos que tienen algunas actividades humanas (contaminación, minería, ganadería, agricultura, la construcción de carreteras y ciudades, tala de bosques) en la biodiversidad del país.
Tema: Tala de bosques -  Materiales tecnológicos utilizados para la tala de bosques

“Recuerda que no puedes fallar en ser tú mismo.” Wayne Dyer


INTRODUCCIÓN
En la presente guía se encuentra una parte de un artículo de una investigación cualitativa que describe como es el proceso de producción sustentable de aceite palma como ejemplo de aprovechamiento agroforestal en Colombia.

Lee atentamente el siguiente artículo

EL DESEMPEÑO AMBIENTAL DEL SECTOR PALMICULTOR COLOMBIANO: UNA DÉCADA DE AVANCES Y UN FUTURO PROMISORIO
Resumen

El presente artículo es una síntesis del estudio que sobre la materia realizó para Fedepalma la Organización para el Desarrollo Sostenible (ODES). El estudio en cuestión se basó en las siguientes fuentes de información: (i) una amplia investigación bibliográfica sobre el estado de la cuestión a nivel nacional e internacional, (ii) visitas de campo a 12 fincas y plantas de beneficio de la palma de aceite: (iii) una encuesta compuesta por 34 preguntas que fue respondida por la gerencia de 32 empresas palmicultoras; y (iv) 21 entrevistas personales adelantadas con expertos y empresarios de la industria. El artículo tiene como propósito describir y analizar la evolución, tendencias y perspectivas de la Agroindustria de la Palma de Aceite de Colombia en materia ambiental. Se explora qué tan compatible es la agroindustria de la palma de aceite de Colombia con el medio ambiente, y cómo se podría convertir lo ambiental en una fortaleza para su competitividad. Se analiza la situación, prioridades actuales y posibles desarrollos de la gestión ambiental de esta actividad agroindustrial, en particular en lo relacionado con los bosques, aguas, suelos, biodiversidad y aire, tomando en cuenta las tendencias nacionales e internacionales. Por otra parte, se destacan las principales prácticas hoy utilizadas, entre las cuales se mencionan las tecnologías limpias y las medidas de prevención, mitigación y control de impactos ambientales, así como su efectividad y sus potenciales para la sostenibilidad y competitividad del sector. Finalmente se presentan recomendaciones para mejorar la gestión ambiental y fortalecer procesos que garanticen la sostenibilidad de los recursos y la protección del medio ambiente.

La importancia de la gestión ambiental para la competitividad del sector palmero colombiano

La importancia de la gestión ambiental para la competitividad de las empresas ha aumentado en las últimas décadas. Como elementos integrantes de estas tendencias se destacan: la creciente importancia adquirida por el tema en la conciencia de la ciudadanía, así como en la agenda pública y empresarial tanto nacional como internacional; el fortalecimiento de las instituciones  internacionales y nacionales dirigidas a enfrentar las principales amenazas ambientales; la creciente sensibilidad de los mercados frente al tema; y el surgimiento de prácticas empresariales más coherentes con el cuidado de la naturaleza, así como de diversos paquetes tecnológicos para enfrentar los nuevos retos generados por la cuestión ambiental.

Como respuesta a las mencionadas situaciones, las empresas y sectores productivos más modernos han entendido que su competitividad está profundamente vinculada a la capacidad que tengan de convertirse en verdaderos
líderes del medio ambiente. Ni la sociedad, en general, ni los consumidores en particular, tolerarán en el largo plazo la existencia de empresas no amigables con el medio natural. Es este tipo de consideraciones las que han llevado a muchas empresas pioneras a nivel internacional a incorporar el tema en el corazón de su misión, visión y estrategias corporativas, y a ponerlas en práctica. La experiencia ganada en las dos últimas décadas parece muy contundente en señalar la convergencia que puede existir entre proteger el medio ambiente y mantener o mejorar la posición competitiva de las empresas en el mercado. Y como es natural, la posibilidad de lograr esa convergencia varía entre los sectores productivos.

En la incorporación del tema ambiental en el corazón del negocio de la Agroindustria de la Palma de Aceite deberán tomarse en consideración tres asuntos críticos: la construcción de la legitimidad del sector a partir de unas relaciones fluidas y transparentes con las autoridades ambientales y con la comunidad; el efecto de las concepciones de los clientes sobre los potenciales comerciales; y la eficiencia y
desempeño ambiental de sus competidores a nivel internacional.

Precisamente a lo largo de este escrito se hace énfasis en que las características propias de la actividad de la agroindustria de la palmicultura colocan a las empresas y al sector en posibilidad de generar una estrategia empresarial mediante la cual se haga compatible el "buen negocio" con la protección del medio ambiente. Pero también se ha reconocido que el tema ambiental conlleva tanto amenazas como oportunidades para el sector como consecuencia del uso intensivo que hace de los recursos naturales a través de grandes extensiones de monocultivo ubicados en uno de los países más biodiversos del mundo.

La evolución de la gestión ambiental en el sector palmicultor colombiano

En esta sección se analiza la evolución de la gestión ambiental de la Agroindustria de la Palma de Aceite de Colombia con el fin de explorar su compatibilidad con el medio ambiente, y se identifican pautas sobre cómo aquella podría convertirse en una fortaleza para su competitividad. Este análisis se hace tomando en consideración las principales tendencias y problemas que ha registrado la gestión ambiental del sector palmero a nivel internacional.

El establecimiento de las plantaciones y la transformación de los ecosistemas naturales.

Al tiempo que se registran progresos en el manejo ambiental del campo, se reconoce que es allí en donde se encuentran aún los mayores problemas de la agroindustria como consecuencia de la complejidad biológica y climática de las zonas en las cuales se ubica. En esta sección se tratarán en su orden los efectos del cultivo de la palma de aceite sobre la biodiversidad, el suelo y las aguas y las formas como éstos han sido afrontados. Los impactos del cultivo de la palma de aceite sobre la biodiversidad es un tema especialmente sensible, tanto a nivel nacional como internacional. La expansión del cultivo de la palma de aceite ha tenido consecuencias negativas para la biodiversidad a nivel global, en particular como resultado de la destrucción de amplias extensiones de bosques naturales tropicales, como ha sido documentado para Malasia. Indonesia y Ecuador (Dodson y Gentry 1991; Lim y Leng 1994).

En contraste, en Colombia la tala de bosques naturales para establecer cultivos de palma de aceite ha sido sustantivamente menor en comparación con los casos mencionados. Sin embargo, al ser uno de los países más ricos en biodiversidad del planeta cualquier actividad que pueda deteriorar este patrimonio nacional de interés para la humanidad, merece un cuidadoso escrutinio por parte de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, a nivel doméstico e internacional. Y por supuesto es un asunto que debe recibir la máxima atención por parte del sector palmicultor en el proceso de expansión del cultivo que se adelantaría en los próximos años.

En Colombia, los cultivos de palma de aceite se han ubicado predominantemente en tierras que antes se dedicaban a la ganadería o a los cultivos agrícolas, como se tipifica en las Zonas Norte, Central y Oriental. Algunas de las tierras actualmente dedicadas a la palma de aceite corresponden a áreas en donde tiempo atrás se ubicaban bosques naturales, pero ellas, como lo sugieren los resultados arrojados por la encuesta, habrían sido transformadas en una primera etapa para la actividad agropecuaria. En efecto, sobre la utilización anterior de las áreas de las fincas hoy plantadas en palma de aceite, las empresas respondieron que el 82,5% estaban dedicadas a la ganadería o la agricultura y el 17,5% eran ecosistemas naturales. Sin embargo, existe una controversia sobre la magnitud de la destrucción de bosques naturales que, como consecuencia del establecimiento de plantaciones comerciales, ha tenido lugar en el municipio de Tumaco y sus alrededores. Esta zona del cultivo de palma de aceite -que representa el 13.7% del total nacional- está ubicada en el denominado Chocó Biogeográfico, considerado como un "hotspot" de la biodiversidad a nivel global. Para algunos, la mayor parte de los cultivos se habrían establecido a partir de la destrucción de los bosques naturales. Sin embargo, de conformidad con los datos del estudio, una parte de ellos se establecieron en tierras antes dedicadas a la ganadería, y no resulta claro qué proporción del área hoy cultivada con palma de aceite correspondía a esta última actividad o estaba ocupada por ecosistemas boscosos.

Cualquiera que sea la situación, el caso de Tumaco simplemente ilustra la importancia y la alta sensibilidad del tema de la biodiversidad, como se evidencia en la controversia que aquél ha suscitado a nivel nacional e internacional. Además, diversos estudios han hecho énfasis sobre los negativos impactos que el fomento del cultivo comercial de la palma de aceite ha acarreado para algunos grupos de la población que originariamente ocupaban los territorios hoy dedicados a aquella actividad, así como a otros problemas sociales y económicos que han generado para el desarrollo de las regiones en donde se asientan (UNDP, 2003). Son temas que desbordan los objetivos y el alcance de la presente investigación, pero se subraya que los estudios que realice el sector en relación con los aspectos sociales y económicos de la agroindustria deberían considerar integralmente estos aspectos particulares.

Las plantaciones de palma de aceite hacen parte de las denominadas economías de enclave identificadas en el territorio colombiano, entre las cuales también se mencionan: la actividad bananera en Urabá; los frentes de explotación petrolera, en particular en Arauca y Casanare; la explotación carbonífera de La Guajira; y las explotaciones auríferas en Chocó, sur de Bolívar y otras regiones. Las economías de enclave se caracterizan por "una fuerte tensión entre acumulación de capital y exclusión social y por el hecho de que la mayoría de los i n v e r s i o n i s t a s no tiene mayores vínculos en las zonas y, por tanto, tienden a no reinvertir allí sus excedentes" (UNDP 2003). Con frecuencia, el establecimiento de grandes plantaciones de palma de aceite ha conllevado el desplazamiento de grupos de campesinos y de poblaciones indígenas de sus territorios tradicionales, como se ha documentado en diversos países, con perversas consecuencias sociales. Pero al mismo tiempo, el establecimiento de plantaciones comerciales de palma de aceite ha dado lugar a que en países como
Malasia se hayan puesto en marcha formas de organización social como instrumento para resolver problemas de pobreza y desintegración social. En Colombia, se han iniciado algunos proyectos en esta dirección en plantaciones ya establecidas, y se están planteando posibles esquemas para la asociación de campesinos, así como reinsertados del conflicto armado, en algunas de las empresas que se crearían en el proceso de expansión de la agroindustria, con  miras a contribuir a la construcción de la paz y a la erradicación de la pobreza (Sobre la creación de nuevas formas empresariales: Conversación personal con el doctor Arturo Infante, 2003).

Evaluación del manejo ambiental del agroecosistema palmero

El tipo de manejo ambiental que se dé al campo tiene diversas consecuencias para la biodiversidad y, a su vez, ésta ofrece oportunidades para mejorar la productividad del cultivo. Desde el punto de conservación de la biodiversidad, el cultivo presenta dificultades que no han sido del todo resueltas. Esto principalmente debido a que la expansión del sistema de monocultivo puede agudizar el problema de las plagas que se presentan en toda actividad agrícola, cuyas causas en el caso de la palma de aceite ha sido ampliamente expuesta en la literatura sobre el tema. Se ha subrayado que la gran biodiversidad de los insectos en el trópico y lo reciente de la implantación del cultivo en algunas zonas, hacen suponer que el proceso de formación de nuevas plagas se podría seguir dando, acentuado por el uso de plaguicidas y por el monocultivo extenso (Andrade 2003; Motta-Valencia 1999).

Sin embargo, el fortalecimiento de los agroecosistemas es una modalidad que viene siendo exitosamente utilizada como parte del manejo integrado de plagas y enfermedades (MIP). Entre las prácticas que se han puesto en marcha se mencionan (Aldana 2002): la plantación de especies, especialmente leguminosas rastreras, con el fin de desplazar a las malezas y brindar protección al suelo; la incorporación de plantas arvenses nectaríferas que propician la presencia de depredadores naturales; y permitir, en forma selectiva, que parte del denominado enmalezamiento siga su curso natural tanto al interior de la plantación como en la periferia.
Como parte del MIP se ha pasado gradualmente de la aplicación de plaguicidas de amplio espectro al uso de biocidas específicos. Además, entre las prácticas de manejo que limitan la expansión de las plagas, se mencionan el control de las palmas espontáneas, cuya presencia produce focos de generación de las mismas (Aldana y Calvache 2002). A su vez, los grandes volúmenes de biomasa que se producen en el proceso de renovación de las palmas (con una vida útil promedio de 25 años) requieren también de diversas formas de manejo para evitar el desarrollo de plagas de insectos (Aldana y Pallares 2000).

Debe recalcarse que el sector palmicultor colombiano ha efectuado importantes avances en el campo del control biológico, en donde ha concentrado sus mayores esfuerzos de desarrollo científico y tecnológico, tal como se encuentra debidamente documentado en las publicaciones de Cenipalma. Es una aproximación que ha sido detonada por las amenazas que diversas plagas tienen sobre el negocio y por los crecientes límites del control químico de las m i s m a s. Además, su uso ha adquirido una importancia tal que 13 de 27 empresas respondieron en la encuesta que ellas intentan hacer u s o exclusivo del control biológico para el control de plagas, una proporción relevante, puesto que se reconoce que, en general, el monocultivo dificulta la aplicación de esta aproximación particular (Aldana 2002).

Al examinar el tema de los suelos, en primer término, se señala que el mejoramiento de las prácticas de fertilización es u n a modalidad de manejo del cultivo de palma de aceite que ha contribuido a incrementar la tolerancia a los ataques de plagas y enfermedades y la resiliencia frente a esos ataques. Los análisis foliares y de suelos han permitido un mejor diagnóstico de la situación nutricional de las plantaciones y el diseño de planes de fertilización más adecuados. Como consecuencia, la necesidad de aplicaciones de plaguicidas ha disminuido y las oportunidades y el espacio para el MIP, que incluye el manejo de la nutrición y de la fertilización de las plantas, ha adquirido mayor importancia. Esto es especialmente cierto en las fincas de la Zona Norte en donde los métodos de la agricultura orgánica han permitido eliminar el uso de agroquímicos en un 100%, siendo éste uno de los factores que les permitió obtener la certificación internacional de sus productos.

La gestión ambiental de los agroecosistemas palmero en Colombia está condicionado en gran medida por la diversidad de los climas y de los suelos en que se desarrolla. Se encuentran cultivos y plantaciones comerciales en á r e a s que reciben precipitaciones superiores a los 4.000 milímetros al año y también en áreas en donde la precipitación, no alcanza los 1.000 milímetros (Romero et al. 1999). Una de las consecuencias de esa diversidad climática es la diversidad edáfica. En las zonas de mayor precipitación los suelos tienden a ser más ácidos y los contenidos de fósforo y de nutrientes catiónicos tienden a ser menores. Por el contrario, en las zonas más secas, la acidez t i e n d e a ser menor y la disponibilidad de esos nutrientes básicos tiende a ser mayor (Brady 1974). Estas diferencias edáficas además de tener consecuencias en cuanto a las prácticas de manejo de los asuntos nutricionales de las plantas, deben también tener consecuencias en cuanto al manejo de malezas, desechos orgánicos, vegetación arvense, coberturas vegetales, control de plagas y enfermedades, etc.

Los retos futuros de la gestión ambiental para el sector

El gran reto de la gestión ambiental del sector es incorporar el tema ambiental como parte del "corazón" de su negocio. Alcanzarlo significa que la totalidad de las empresas palmeras colombianas lleguen a ser proactivas en la gestión ambiental más allá del cumplimiento de la normatividad. Y es un reto que implica adelantar desarrollos en diferentes campos tanto por parte de las empresas individuales, como del sector, a través de Fedepalma y Cenipalma.

Las perspectivas de la gestión ambiental de la Agroindustria de la Palma de Aceite en el corto, mediano y largo plazo, están enmarcadas en los desarrollos, tendencias, oportunidades y amenazas de la competencia internacional y en la visión estratégica del sector para el 2020, la cual prevé un incremento de la producción equivalente a 7 veces el actual, al pasar de 500 mil toneladas a cerca de 3,5 millones en 20 años, y un aumento del promedio de la productividad de un 40%, al pasar de 3,9 a 5,5 toneladas de aceite por hectárea, en el mismo período. Para alcanzar estas metas, el sector tendría que colocar el 80% de su producción en el mercado internacional, que se haría tanto más viable en la medida que la industria se incorpore una gestión ambiental altamente competitiva.

Los retos para las empresas individuales se dividen en dos categorías. Unos relacionados con las plantaciones y otro con las plantas de beneficio. Una gestión ambiental proactiva en las plantaciones implica integrar el tema ambiental en las diversas actividades de campo, adoptando como objetivo central la protección y el uso sostenible de la biodiversidad, las fuentes de agua y el suelo. El objetivo de hacer un uso sostenible, vale reiterarlo, tiene como supuesto la posibilidad de aumentar la productividad de la palma de aceite a partir del fortalecimiento de los agroecosistemas y de la conservación y enriquecimiento de los relictos de los ecosistemas naturales asociados con los cultivos. Se trata, entre otras, de favorecer el crecimiento del bosque secundario en las plantaciones; de hacer uso del manejo integrado de plagas (MIP) como la aproximación fundamental para enfrentar las diversas plagas que enfrentan hoy los cultivos, así como para enfrentar aquellas que aparezcan en el futuro; de intensificar como parte del MIP el uso del control biológico; de hacer buen manejo de la biomasa residual en las plantaciones; y de optimizar el uso de los subproductos del proceso industrial. Se trata también de hacer un esfuerzo sustantivamente mayor para mejorar el manejo del suelo, un campo en el cual el sector debe trazar una agenda de largo aliento; de proteger las microcuencas que abastecen el agua de las unidades productivas y de llegar a una descarga cero de los efluentes a las fuentes de agua.

Las plantas extractoras tienen como reto futuro en materia de gestión ambiental alcanzar "cero" emisiones. Esto implica el mejoramiento de la eficiencia, incluyendo la prevención y mitigación de la contaminación del agua, la reducción de las emisiones atmosféricas y el buen manejo de los residuos. Para alcanzar "cero" emisiones se han precisado múltiples campos de acción y estrategias a corto y mediano plazo por parte de las plantas de beneficio: la minimización de generación de desechos en la fuente a través de mejor control de la planta y la implementación de buenas prácticas de manufactura, la recuperación y aprovechamiento de subproductos, el reciclaje de agua y vertimientos y el mejoramiento de las alternativas de tratamiento. Pero para poner en marcha estas estrategias se considera fundamental que las empresas formalicen y certifiquen sus sistemas de gestión ambiental.

En forma similar, la optimización del uso de los subproductos de la extracción del aceite, que hasta hace poco tiempo se consideraban residuos, conlleva un desarrollo investigativo de cierto aliento. Por último, no sobra recordar aquí, las grandes potencialidades que ofrece la oleoquímica del aceite, un campo en el cual el país también debería concentrar parte de los esfuerzos domésticos de investigación si se propone hacer de la cadena integral de la industria del aceite de palma, uno de los puntales de la economía colombiana.

Por último, se subraya que con miras a estimular el desarrollo de la gestión ambiental en la industria palmera colombiana existen varios conceptos sistémicos como son la infraestructura ecológica. Como Infraestructura Ecológica se entiende: "El conjunto de relictos de vegetación natural y semi-natural, corredores y áreas a restaurar en los agroecosistemas y otras áreas intervenidas del país (centros urbanos y otros sistemas construidos) que tienen una funcionalidad en la conservación de la biodiversidad, la productividad, y la calidad de la vida de la población" (Andrade 2003); y las cero-emisiones "el concepto de "cero - emisiones" se define como un cambio del concepto de que en todo proceso productivo se generan desperdicios a un concepto de  que todo tiene un uso, siendo posible el integrar cualquier producto considerado como desecho al mismo u otro proceso productivo" (Suárez y Ávila 2002) y el ciclo de vida que se define como: "Concepto sistémico que considera todos los impactos ambientales a lo largo de todas las etapas y elementos de un producto como son la extracción de materia prima, los procesos de producción, distribución, empaques, uso del producto, hasta la disposición final. La consideración integral de todos los impactos durante todas las etapas permite encontrar las alternativas más sostenibles y de mayor valor agregado y evitar sus optimizaciones" (Hoof, 2001).

Estos conceptos facilitan la integración de todas las actividades relacionadas con el sector y su entorno. Sin embargo, el gran reto para alcanzar un posicionamiento del sector de palma de aceite como sector amigable del medio ambiente, está en asumir la voluntad y persistencia para hacerlo.

Referencias

Bart, R. M. (2003). El desempeño ambiental del sector palmicultor colombiano. . PALMAS, 1-19.

ACTIVIDAD

Teniendo en cuenta lo planteado en el artículo responde:

1.    ¿En qué consiste el proceso de gestión ambiental para la producción de aceite de palma?
2.    ¿Cómo se ve afectada la biodiversidad con la realización de esta actividad productiva?
3.    ¿Cuáles son los otros impactos que tiene el cultivo de palma sobre los recursos naturales?
4.    Realiza un mapa mental donde relaciones todos los aspectos trabajados en el artículo.

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